alfajor en falta: un blog pensado para hacer de la distancia algo virtual.

16 de marzo de 2009

Muerte de un emigrado

Tragar se hacía cuesta arriba. El trozo de pollo asado se presentaba al paladar como un desafío denso, macizo, inconmensurable. José trataba de centrar su vista en él, para no distraerse y, al fin, acabarlo. Desde luego, no lo hacía por gusto, ni, tampoco, para mejorar su salud, como le prometía, falsa e irritantemente, la enfermera. Lo hacía porque a sus 80 y tantos seguía teniendo cierta disposición a cumplir con las normas impuestas, por más estúpidas que fueran. Y la regla en cuestión ordenaba comer lo servido. Ni por un momento se detuvo a pensar si el hecho de haberse tenido que adaptar a las reglas de un país extraño contribuyó a formar ese carácter. Sólo reparaba en su pollo, seco, insípido y pequeño (y sin embargo, también, interminable). Pensó, sí, aunque vagamente, en aquellas comidas que alguna vez lo reconfortaban; inmediatamente, lo inundó una sensación amarga: esos placeres eran cosa del pasado. Un pasado muerto y seco, como su pollo. Un pasado en el que nunca fue feliz, añorando algo que no supo precisar ni, mucho menos, conseguir. Su rutina cansina, y adaptada a nuevas costumbres, lo conformó. Al fin y al cabo, la felicidad no existe. Y encontraba la explicación en el hecho de que la gente no valiese la pena. El hombre era un animal desagradable, se auto-decía. La gente de acá no vale la pena, estaba convencido. La de allá tampoco lo vale, también se convenció (pensar que con los años, su gente se convirtió en un conjunto de extraños). En definitiva, siempre estamos solos, reflexionaba. En lo trascendente estamos solos. Y así, sólo, entre burócratas de la seguridad social, con un dolor cuyo origen no supo precisar, José murió (sin acatar la última orden recibida).

4 comentarios:

Ale dijo...

Notable, pule.
Con ideas que hemos charlado alguna vez.
Ahora quiero saber:
¿Qué/Quién impuso el exilio a José?
¿Se apenó la enfermera cuando lo vió muerto?
¿Fue alguien al velorio?
Casi lo lloro yo, al viejo...

Mercedes dijo...

Chapeau!!!

atandocabos dijo...

a la pelota, me encantó pule.







mierda, me quedó la cabeza llena de cosas... al final estamos solos, seee, tal cual.

pienso, ordeno y luego vuelvo.

S A L dijo...

Gracias. Me alegra que haya gustado. A las preguntas de Ale, espero responderlas en un próximo post.