Una vez más estoy por acá. Y una vez más tengo esa mezcla de sensaciones tan difícilmente explicable. Por supuesto, está principalemente la idea de llegar a casa, ni bien pisás Ezeiza (e inclusive antes, en la sala de preembarque de donde quieras que salgas, cuando ya tenés a esa montaña de argentinos esperando el avión). También está el recuerdo de cómo estaba Buenos Aires cuando te fuiste la vez anterior. Y con el recuerdo, las comparaciones con lo que te encontrás ahora (y, sobre todo, con lo que te esperabas encontrar). Evaluás las coincidencias y las sorpresas (buenas y malas) y te aclimatás siempre mucho más rápidamente de lo que esperabas. Unos pocos días y la sensación general es como si jamás te hubieras ido. Después quedan los detalles, los precios de algunas cosas (antes, por lo barato, ahora por lo caro), negocios que ya no existen, torres ya construidas donde antes no había nada, más torres construyéndose, etc. Y las calles cuyo nombre ya no me acuerdo.
¿Cuál será mi sensación en dos semanas más?
alfajor en falta: un blog pensado para hacer de la distancia algo virtual.
29 de abril de 2009
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