"...por un padre que nunca me reprimió ni me hirió fueron convirtiéndose lamentablemente en resignación y aceptación del inevitable parecido que había entre nosotros. Ahora, cuando refunfuño de algún imbécil, o protesto ante el camarero de un restaurante, o juego con mi labio superior, o arrincono determinados libros sin haberlos terminado, o beso a mi hija, o saco dinero del bolsillo, o saludo a alguien con actitud bromista y feliz, me descubro imitándole. No es que mis manos, mis brazos, mis muñecas o el lunar de mi espalda se parezcan a los suyos. Es algo que me asusta, (...) y me recuerda mis deseos infantiles de parecerme a él (...)"
-OHRAN PAMUK, "Otros colores", editorial Literatura Mondadori (2008), Barcelona, pág. 21.
A mi no me asusta, me enternece y estremece a la vez.
alfajor en falta: un blog pensado para hacer de la distancia algo virtual.
22 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario