alfajor en falta: un blog pensado para hacer de la distancia algo virtual.

6 de febrero de 2009

Carpe Diem#

Yo sigo probando, acá. No hay demasiado feedback por ahora, pero ya me haré famoso.

Y se me ocurrió contar esta anécdota, que bien puede servir como consejo para los que recién aterrizan en suelo extranjero*. Resulta que todo argentino** que se precie de tal o que al menos retenga ciertas costumbres mínimas, al volverse de Buenos Aires*** se lleva una o más cajas de alfajores****. Havanna, en general, pero la marca no es relevante. En nuestro caso, si, fue una caja de Havanna de 12 alfajores, 6 de chocolate y 6 de dulce de leche*****. Nos trajimos más de una caja, pero las repartimos. Havannets, galletitas de limón (repartimos las comunes, pero nos quedamos con una caja de las cubiertas con chocolate), etc. Te traés esos alfajores porque claro, como bien leyeron más arriba (en el título del blog), siempre te puede agarrar esa sensación de que querés un alfajor y sí, acá te van a faltar. Entonces te traés la caja, y la guardás con cariño arriba de la heladera. Y a la semana, te comés el primero. O el segundo. Y después pensás en cuánto te falta para volver a Buenos Aires***(bis) y te agarra el miedo de que los alfajores no alcancen. No duren lo suficiente. Y entonces empezás a cuidarlos, a mimarlos. Y no los tocás. Nos pasó un poco eso. Un poco demasiado******. Y nos olvidamos de la caja de alfajores y nosotros seguimos viviendo. Y la verdad es que mientras no vimos la caja, mucha necesidad de alfajores no tuvimos. Y pasaron los meses. Varios meses. Acá no es como allá, ¿viste? Acá el clima es seco. Dejás un paquete de criollitas abierto y te lo podés mandar al día siguiente tranquilo, sin que parezca que se te cayeron a la pileta. Te las podés mandar a la semana y siguen estando bien. Porque es seco. Para las galletitas es una ventaja, pero cuando se trata de alfajores, y encima alfajores que estuvieron más de la cuenta arriba de una heladera, la cosa cambia. El tema es que un día me acordé de los alfajores y enseguida me antojé de uno. Abrí la caja y ví que quedaban unos cuatro o cinco. Abrí un "plateado" y lo mordí. Una decepción que ni te cuento. Duro, el hijo de puta! Una piedra. Y sin gusto a nada, como si estuviera comiendo telgopor. Telgopor duro, claro. Y así es como llego al punto, finalmente. Deberíamos haberlos disfrutado mientras podíamos. Los guardamos como unos avaros y nos quedamos sin alfajores. Porque lo que teníamos en la caja ya no podía llamarse alfajor. A lo sumo eran alfajores embalsamados, momias de alfajor. La moraleja, entonces, vendría a ser carpe alfajorem. Mientras puedas.
Ale.

# Ya llegaremos al punto, un poco de paciencia.
* como ser, por ejemplo, la artífice misma de este blog.
** o argentina, claro está, porque no es una anécdota machista ni mucho menos
*** o de donde se le haya ocurrido visitar, porque tampoco nos vamos a considerar TAN unitarios, che,
**** artículo que, claramente, elimina por la raíz misma cualquier comentario acerca de la irrelevancia de esta anécdota en un blog intitulado "alfajor en falta". Prometo que ya llegaremos al punto, un poquito más de paciencia.
***(bis) o a donde se le haya ocurrido visitar, porque tampoco nos vamos a considerar TAN unitarios, che,
***** Siempre me pregunté por qué se les llamaban alfajores de dulce de leche, si todos tienen la misma cantidad de dulce. La diferencia está más bien en la cobertura, que es chocolate o azúcar impalpable, pero se los llaman "de chocolate" o "de dulce de leche", nunca "de azúcar impalpable". Por supuesto, siempre los podemos llamar "dorado" y "plateado", por motivos que, si desconocen, entonces no tiene sentido que sigan leyendo. El tema es que
****** También nos pasó con dos potes de dulce de leche La Serenísima, que resultó que se nos vencieron como un año antes de que se nos ocurra abrirlos.

5 comentarios:

S A L dijo...

Muy bueno el post! se empieza a disfrutar del sitio.
Dos menciones: ya que escribís TAN bien, porque no socializas otras cosas que has escrito. Por lo demás, coincido plenamente con el desatino de llamar "de dulce de leche" al alfajor cubierto de azucar impalpable (es, en rigor, azucar impalpable, o es algo ligeramente distinto??). Es que si la denominación parte del relleno, ambos (blanco y negro) son de DDL. Sin embargo, los usos y las costumbres, pueden mas y el plateado, el blanco, seguirá siendo, en exclusiva, el de DDL. Aunque escribiendo esto se me ocurre cuál ha sido el criterio para denominarlos así. Alguien debe haber pensado que los alfajores tomarían su nombre del ingrediente más rico que poseen. Así, lo más rico del mundo, el chocolate está presente en el negro y le da su nombre, haciendo intrascendente la presencia del DDL. Luego, el blanco, cuenta con algo que si bien no es lo más más más rico del mundo, entra en el top ten de los comestibles: el DDL, ergo de allí toma su nombre. Claro me dirán que eso es muy subjetivo, que según algún trasnochado todos serían alfajores de galletita...

atandocabos dijo...

ale, es pec ta cu lar.
me divertí y sobre todo me diste la idea de poner tu frase en la heladera (por ahora no me tienta decirle ni "nevera" ni "frigo" como acá. menos hablar del "oredenador" y tal...): Carpe Alfajorem.

sal, ehm... es cierto! yo le digo alfajor de DDL que es justo el que me gusta, bah, ahora siendo las 2 AM me comería cualquiera de los dos pero en realidad me gustan los blancos, los de azúcar impalpable o los llamados "de DDL". En Chile se los llamaría los de "azúcar flor" o "azúcar glas" ya que a la impalpable le dicen así.
Ahora me quedo pensando cómo le dirían acá, porque no se aun los cortes de carne imaginate si voy a saber ya como se dice impalpable.
Lo que aprendí a decir es como le dicen a la zapatilla (dícese del elemento donde se pueden enchufar varios electrodomésticos a la vez), y sabés cómo? LADRON.
Nunca lo hubiera adivinado.

Ale dijo...

No, Pule, vamos a poner cosas nuevas, no cosas que escribí hace diez años... Además, no me metas en problemas, que por acá socializar no está muy bien visto ;)
Además, estoy esperando un post tuyo...
Por ejemplo, acerca de la superioridad del sabor del chocolate, o de cómo ahorramos letras escribiendo DDL.

O de las últimas novedades de Helenita LB, que me importa muchísimo más.

Vicky, no dirás nevera o frigo, pero terminas con un "y tal" tan gallego!
No tenía idea que se decía LADRON a la zapatilla. Qué ridículo. Tan ridículo como llamarlo zapatilla.
Los cortes de carne no los aprendí jamás aca. No es que se llaman distinto, son otros cortes directamente. Lo único que reconocí es el "eye round", que vendria a ser un peceto. Tenes que encontrar un carnicero amigo...

Mercedes dijo...

Ay! Si hubiera estado yo cerca de esos alfajores olvidados arriba de esa heladera no hubiera quedado ni uno en una semana. Porque a mi si se me antoja un alfajor. Trato de suplantarlo con los "milkyway" pero no es lo mismo. Tambien se me antojan los "sugus", hoy pase por la farmacia y encontre unos caramelos masticables que tenian pinta de poder suplantarlos, pero fue una gran decepcion. Yo se que todo caramelo masticable tiene sabor artificial, pero estos eran como comer plastico. Un asco!
Yo tambien el unico corte de carne que reconoci fue el "eye round", lo compro mucho, lo hago a la cacerola, bifecitos, milanesas (que aca le dicen "cutlets"). Alguno tiene alguna receta interesante con peceto?
Ah, hablando de receta, Vic pasame la receta de esa creme brule tan maravillosa que vos haces. Todavia no he encontrado ningun restaurante en NYC en el que hagan una creme brule tan rica como la tuya. Lo que si encontre fue un restaurante Argentino en el que hacen una mousse de chocolate fantastica.
Besuchos, besucos y demas.

Sandra dijo...

jajaja muy buen escrito Sal y realmente es lo que pasa...
saludos y SUERTE con el blog.